sábado, 18 de agosto de 2012

Capítulo 3 Garrett Blair (parte 2): Cambio radical.

     Y decidí darme una siesta. Sí, una cómoda y fresquita siesta. No os lo vais a creer, pero soñé con algo que no tenía nada que ver conmigo. Soñé con unas montañas. Pero no estaba en el pico de la montaña, típico sueño de optimista. Estaba en un acantilado. En lo alto de un valle a punto de caer al abismo. No había agua. Sólo caída. Caídalibre. Metros y metros. Puede que llegara a un kilómetro. Estaba sentado en la esquina, a punto de caer. No podía controlar lo que hacía. Y en un momento muy agobiante en el que era imposible controlar nada, mi yo totalmente loco se tiró. Se dejó caer a lo más profundo que podáis imaginar. El aire, a kilómetros por hora, pasaba velozmente, rozando fuertemente sus miembros. Un segundo antes de hacerme pedazos ahí abajo, un escalofrío me empujó hacia arriba y acabé de pie en la cama, no sentado.
Con las manos en la cabeza y los ojos bien abiertos. Casi me caigo por el impulso. Miré por la ventana y ya anochecía.
Después de comer, me fui a mi cuarto y no hicenada más que pensar en lo que había ocurrido aquella mañana, hasta que se me ocurrió la estupenda idea de dormir.
Probablemente esta noche no pueda pegar ojo.

     Tuve varios momentos de duda durante mi periodo pensativo. El teléfono estaba ahí, quieto, mirándome, insistiendo en que lo descolgara y marcara el número de Scarlet. Pero, no sabría cómo empezar a hablar. No sabría que decirle. Me sentía muy... traicionado. Podría hacer la estupidez de ir a mis redes sociales y cambiar el estado de "En una relación" a "Soltero" pero sería una tonteria. Cuando pensé en el "En una relación" de Scarlet me dieron ganas de vomitar. Porque claramente no era "una" relación. Pero estaba a punto de serlo.

     No sabría que decirle a Scarlet, pero sí a Beck. Me soltaría mucho más fácilmente con él. Siempre lo he hecho, pero parece que se iba a acabar la cosa. Así que cuando me arreglé un poco y volví a ponerme la chaqueta, iba a salir por la puerta. Pero algo me detuvo. Sí, algo detrás de mí, en el perchero. La chaqueta de pesca de mi padre. El bolsillo. La carta.

     Cuando comprobé que ninguno de los dos estuviera en casa, como siempre, me acerqué a ella y cogí la carta. Preferí sentarme para analizarla bien. Parecía algo muy serio. Como ya estaba abierta, no tuve problemas para dejarlo todo como estaba cuando acabase. Deslicé con cuidado el papel fuera del sobre. Por fuera parecía una factura, pero por dentro era todo lo contrario. Era más bien un papel animado, con un extraño logo de tres colores en lo alto. Antes de fijarme de qué era, miré de quién. Una tal Meredith Applewhite. Un nombre poco común, pero pegadizo. Sin saber a qué venía, era extraño que mi padre guardase tan escondida una carta de una mujer aparentemente muy organizada. Y, cuando fui a mirar la compañía... No pude parar de leer la carta:

     Estimados señor y señora Blair:

     Debido a que ustedes decidieron remunerar la custodia de Garrett James Doyle a plazos, se les   permitió acoger al niño. Pero estos últimos meses no hemos recibido ningún ingreso de ustedes, por lo que, si no lo hacemos en la próxima semana, nos veremos obligados a retirar la custodia de dicho niño.

     Atentamente:
     La directora del Orfanato  de Detroit,
                                                                                                  Meredith Applewithe.

     La firma venía a continuación y miré arriba, en la fecha. El plazo casi había acabado. Tres días. Pero... ¿por qué decidieron pagar mi custodia a plazos? ¿no tenían suficiente dinero? ¿cuánto les faltará? Eran dudas estúpidas. La única que de verdad valía la pena hacerse era... ¿soy adoptado?





     Se me olvidó por completo ir a casa de Beck. Mucho menos iría a la de Scarlet. La verdad es que no quería ver a nadie. No quería hacer nada. Quería desaparecer.
     Quince años. Quince años me han ocultado esto. Las preguntas típicas de ¿quién es mi madre biológica? o ¿por qué me abandonó? sabía que ahora mismo no podrían tener respuesta. Pero la pregunta que había rehuido mientras corría calle arriba, hacia el bosque, me perseguía muy cerca, casi andaba a mi paso. ¿Y ahora qué?

     Pensé en llorar. Mi cabeza iba a explotar de un momento a otro así que esta sería mi única oportunidad, pero las lágrimas no me salían. Odiaba a todo el mundo ahora mismo. Odiaba a Scarlet por engañarme con mi mejor amigo. Odiaba a mi mejor amigo por engañarme con mi novia. Odiaba a mis padres por tenérmelo ocultado tanto tiempo... espera... odiaba a mis tutores. Incluso al señor Clapton, que no vendría el lunes, por lo que no podría desahogarme con la única persona que me entendería en estos casos tan pesimistas. Un momento... ¿la única? No creo que lo fuera. Tenía a la mayor pesimista al lado de mi casa.

TOC-TOC-TOC

- ¿Qué haces aquí?- preguntó Diana al verme en la puerta- ¿Es que has encontrado a Kibo?- y el brillo de esperanza que tenía en los ojos desapareció cuando la luz dejó ver la expresión angustiada de mi rostro.

- ¿Puedes dar un paseo?-la pregunté.

- Espera un segundo- cogió su cazadora negra y las llaves y cerró la puerta detrás de ella-. Mi madre se ha ido a la compra. Ahora dime qué te pasa.

- Vamos andando- y eché a caminar por donde iba antes sin esperar a que me siguiera, cosa que hizo ya que no podía perderse esto.

     No habló durante unos minutos, mientras llegábamos al final de la calle para salir al camino del bosque. Pero la curiosidad acabó con ella.

- ¿Por qué quieres pasear por aquí? ¿Qué te pasa para que tengas esa cara? ¿Pasó algo ayer?- decidí empezar por lo más fácil.

- Bueno, si paseo por aquí es porque nada me recuerda a nada. A nada que conozca o que tenga relación con ello.

- Insinúas que... ¿estás harto de lo que te rodea? ¿quieres acabar con ello?- me sorprendió que me comprendiera tan fácilmente.

- ¡Sí!- me emocioné, creía que Diana podría tener una solución a todo esto pero...

- ¡Bienvenido a mi mundo!- dijo, abriendo los brazos ampliamente.

- Oh, vamos- dije, realmente enfadado.

- Bueno, ¿qué te ha pasado exactamente?- parecía más seria, al menos, lo poco más serio que puedes estar después de haber echo eso.

- La verdad es que ha sido todo muy de golpe. Empezaré por lo más reciente, me tiene muy preocupado- no habló, pero escuchaba-. Me acabo de enterar... indirectamente, de que... bueno, me da grima decirlo. Yo, no soy... no nací del vientre de mi madre, bueno del de mi madre biológica sí pero...

- Adoptado- dijo rápidamente. Le agradecí que lo dijera, porque no podía hacerlo yo.

- Sí- pasaron unos segundos, en los que ambos reflexionamos sobre ello-. Y lo peor es que nadie me dijo nada, yo... no sé. Creo que me hubiera gustado saberlo. ¿Tú lo sabías?- esa pregunta se me ocurrió mientras hablaba, sin procesarla, la solté, atendiéndome a las consecuencias de su inesperada respuesta...

- Sí dijo, un poco avergonzada-. Garrett, yo, es decir, pero no lo sabía por tus pa...

- ¿Que lo sabías? ¿Sabías que era adoptado y ni siquiera me dijiste nada?- estaba tan indignado que ni la dejé hablar.

- Garrett te digo que yo...- pero no fui yo el que la cortó. Fue algo, algo unos metros más hacia delante. Sin saberlo y con la charla, nos habíamos metido muy en el interior del frondoso y ahora, muy oscuro bosque. El miedo creció en cada uno de los dos. Esa extraña figura estaba ocupada rebañando Dios sabrá que criatura en el suelo. Pero no era humana, ni mucho menos. Se asemejaba más a un lobo, a un lobo grande, a un...- ¿Kibo?- dijo Diana con una voz apenas audible.

- ¿Qué?- dije perplejo. Estaba empezando a temblar. Y cuando tengo miedo me acuerdo de las cosas más extrañas, las cosas que uno no se espera pensar en esos momentos. Me acordé de las dos cosas que tenía que decirle a Diana, que soy... que soy adoptado y que Scarlet me engaña con Beck. Parece ser que la otra tendría que esperar.

     Diana se acercó al perro. Intenté pararla agarrándola el brazo pero se soltó ágilmente. La hablaba por lo bajo porque no quería que Kibo se enterara... y todo ocurrió muy muy deprisa.

     Kibo se giró y corrió hacia Diana. Pudimos observar sus ojos rojos, brillando con la misma intensidad que lo hicieron en mi sueño. Diana se quedó paralizada al ver la sangre, que caía a borbotones de la boca del perro. Lo peor, es que no era suya. El oscuro animal parecía estar fuera de sí, no parecía ser el mismo que casi me arranca el brazo para que le lanzara la manzana. El problema es que ahora no tenía manzana, y dudo que le atrajese más que nuestros suculentos cuerpos.

- Kibo...- le dijo, como si pudiera entenderla-. Kibo, has de contenerte. Cálmate. Todo va a salir bien. No te preocupes...- pero se lanzó hacia su pierna. La estaba mordiendo el tobillo y ella gritaba más por momentos. Me quedé inmóvil, paralizado por unos segundos, mientras veía a Diana desangrarse por la pantorrilla. Gritaba. Gritaba y lloraba. Y no estaría a punto de ser engullida por su propio perro si no la hubiera traído yo aquí. Yo, que estaba ahora aquí, quieto. He hice lo único que pude hacer. Me quité la chaqueta y la camiseta. El frío me congeló el cuerpo entero, pero mi carne le llamó la atención a Kibo en un segundo. Diana cayó al suelo, todavía muy dolorida, pero, ahora, el que iba a estar como ella, o peor... Era el traicionado adoptado que no debería haber ido al bosque.

6 comentarios:

  1. Ummmmm. ¿Qué te puedo decir? ¡Me ha encantado! Eso, sí, tienes que seguirla...porque o sino te mando al Tártaro. Jajajaja. No, en serio. ;) Besus. @ItsShelbyLerman

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias! La seguiré, note preocupes, ¡no quiero caerme a ese abismo!Un beso, :)

      Eliminar
  2. AWWW SARA!!! Que emocionanteeeeeeeeeeeee !!! Quiero saber lo que pasa ya, no puedo aguantar a leer el próximo capítulo... Y NO LO VOY A HACEER! AJAJAJJA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. AAAW!!! ^^ muchas gracias!! Me alegro de que te haya gustado, leelos cuando quieras!! :)

      Eliminar
    2. AAAW!!! ^^ muchas gracias!! Me alegro de que te haya gustado, leelos cuando quieras!! :)

      Eliminar
    3. AAAW!!! ^^ muchas gracias!! Me alegro de que te haya gustado, leelos cuando quieras!! :)

      Eliminar